Si al finalizar 2007 se hubiera hecho una proyección lineal o incluso exponencial sobre el comportamiento esperado de las narco-ejecuciones en los años 2008 y 2009 en el país, a partir de los datos de 2001 al propio 2007, el pronóstico habría sido sumamente erróneo: pues las proyecciones habrían previsto cifras que no llegan ni a la mitad de las efectivamente.

En cambio si a partir de los datos de 2006 a 2008 se hubiera realizado similar extrapolación estadística respecto a 2009, la predicción hubiera sido básicamente acertada: alrededor de 8 mil asesinatos atribuibles al narcotráfico, que es la cifra con la que 2009 muy probablemente cerrará.

Cuando los pronósticos basadas en una proyección lineal se corresponden con la realidad en un año, eso lo que indica es que subsisten las mismas condiciones determinantes del fenómeno (narco-violencia para el caso) del o los años utilizados como base para el cálculo.